Centro de Rehabilitación Dalegría - Gloria Machiavello Moreno

Tan lejos y tan cerca a la vez

Te invitamos a tomar 5 minutos de tu tiempo laboral para profundizar en el siguiente texto:

29/11/2016

 

Imagen foto_00000004Rutina del día:

06:30 am suena el despertador.

06:30 abro los ojos e intento sentarme.

06:40 aún intento quitarme el cansancio acumulado, creo que necesito 5 minutos más.

06:50 basta!!!, arriba!!!, hoy será un buen día.

06:55 ducha caliente.

07:00 elegir ropa, vestirme…vamos por un desayuno.

07:15 ya se me hace tarde, debo irme.

07:15 un beso a mi esposa, hijas…se me olvido darles comida a las mascotas (noooo!!!!)

07:20 termino de alimentar a las 3 mascotas y YA DEBO IRME!!!

07:20 me subo al auto y me voy al trabajo.

08:15 después de tacos, autos que se cruzan, semáforos llego al trabajo…ahora a trabajar!!!

08:15 – 21:00 entre trabajo, desplazamientos, interacciones, más trabajo, llego a casa a comer algo, regalonear un poco con mi esposa e hijas……y a descansar para mañana comenzar de nuevo.

Imagen foto_00000003Puede parecer un día normal para muchos, el ritmo y la rutina nos abstraen de cosas básicas como por ejemplo pensar cómo puedo ser capaz de ponerme en pie sin perder el equilibrio, poder coordinar tomar un tazón y llevarlo hasta mi boca para tomar un té…o bien como en mi cabeza pueden convivir temas del hogar, del trabajo y poder conducir mi auto al mismo tiempo. Como se dice irónicamente: “el cuerpo humano es una maravillosa máquina, casi como un reloj suizo”.

¿Somos afortunados?, por una parte, creo que si…por otra, creo que simplemente somos parte de un plan mayor que nos ubica en tiempo y espacio y por un lapso determinado en donde debemos cumplir un rol, ya sea para enseñar y/o aprender algo significativo.

¿Qué sucedería si todo esto fuera distinto, si nuestra mente no pudiera organizar las ideas, no tuviera la habilidad para expresar verbalmente lo que necesito, si los desafíos sociales de la vida fueran demasiado para mi, si el moverme coordinadamente no fuera posible…o bien, si tuviera que estar en una cama, postrado, sin poder mover nada y necesitando que me “pasen” comida por una simple manguera? Imaginemos que no podemos alimentarnos, vestirnos y/o bañarnos, necesitando de alguien que lo haga por nosotros. Esto es real, esto sucede y está más cerca de lo que se piensa.

 

Existen momentos en la vida en que la sensibilización nos cala profundamente, sin embargo, necesitamos de catástrofes o instancias puntuales que nos recuerden que somos sensibles y generosos para ayudar a quien lo necesita. Da la sensación de que necesitamos ver la realidad con nuestros propios ojos para empatizar; y que Dios no lo quiera nos toque vivirla en carne propia.

Hay ciertas palabras que al ser pronunciadas nos generan asociaciones inmediatas en nuestra mente, que obviamente son idealizaciones de la realidad. Por ejemplo, si digo atardecer inmediatamente se me viene a la cabeza algo cálido y de colores anaranjados, si menciono niño/a me recuerdan juegos y risas; sin embargo, si les menciono silla de ruedas, discapacidad, etc. ¿se les evoca Dalegría?, o ¿se recuerdan de alguna otra cosa?

¿Qué es el Dalegría? ¿Para qué sirve, qué es lo que hace, donde está, etc.? La familia naval debería contestar estas escasas preguntas con mucha facilidad, pero en más de una oportunidad no será así. Dalegría es nuestro, es propio, es el lugar donde se les da cabida, apoyo, contención y herramientas para el futuro a niños, niñas, jóvenes y sus familias; es el lugar en donde se convive y respira a diario con usuarios que con mucha dificultad organizan las ideas, que no tienen las habilidades para expresarse y/o comprender, que presentan alteraciones para socializar adecuadamente, que no se pueden mover coordinadamente y que están postrados en una cama con la necesidad de que le “pasen” comida por una simple manguera. Esto es Dalegría, existimos y somos Armada, somos parte de la gran familia naval.

Ahora que ya saben que es Dalegría, ¿Cómo pueden ayudar? Hazte socio y aporta mensualmente desde $500 pesos hasta lo que quieras donar. Tu aporte es fundamental para que podamos seguir dando vida a la Armada de Chile.

Pueden descargar el formulario directamente desde Ir al Sitio Web o Ir al Sitio Web y enviarlo al Departamento de Bienestar Social Valparaíso o directamente al Centro de Rehabilitación Dalegría - Gloria Machiavello Moreno, ubicado en Avenida Alessandri s/n° interior recinto Hospital Naval “Almirante Nef” de Viña del Mar.