Dirección de Bienestar Social

Bienestar Institucional y su compromiso en pandemia

Consciente de las múltiples necesidades que abrió la crisis sanitaria, el Servicio de Bienestar Social ha desarrollado nuevas iniciativas para responder a las necesidades de la familia naval

Con la llegada del Covid-19 a Chile, las rutinas de miles de personas se vieron modificadas en un contexto sanitario que aún mantiene su medida principal activa: el distanciamiento social. Esta situación ha provocado transformaciones en las relaciones interpersonales y en la vida cotidiana y ha dado espacio para replantearse las condiciones en las que se realizan las actividades cotidianas, trayendo el desafío de adaptarse a una nueva realidad.
En ese contexto, el año 2020 el Servicio de Bienestar Social desarrolló nuevas iniciativas para responder a las necesidades de la familia naval, manteniendo su presencia, pero esta vez marcada por las nuevas medidas sanitarias y el por el uso de nuevas plataformas. 
Las asistencias se adaptaron a estas exigencias, brindando los diferentes beneficios que tanto el personal como sus grupos familiares fueron demandando para hacer frente a las restricciones que la situación sanitaria nacional fue imponiendo en las diferentes zonas navales
Imagen foto_00000003En apoyo al abastecimiento a los grupos familiares, los Departamentos de Bienestar Social activaron servicios de reparto a través de convenios comerciales zonales con la opción de entrega domiciliaria de insumos básicos como panadería, farmacia, almacén, verduras y frutas. Por ejemplo, en ciudades como Iquique y Viña del Mar se autorizó la comercialización de frutas y verduras al interior de las poblaciones. En tanto, en la ciudad austral de Puerto Williams, se implementó la televenta a través del Almacén Naval que benefició a alrededor de 300 familias del Distrito Naval Beagle.
Imagen foto_00000004Las Brigadas de Reparaciones continuaron operando normalmente en cuanto a la atención y solución de emergencias y, en la medida que las condiciones sanitarias y de contingencia nacional lo permitieron, se mantuvo la ejecución de los proyectos de recuperación de viviendas fiscales, principalmente en la Primera y Quinta Zona Naval. 
En el área recreativa se puso a disposición las más de 20 instalaciones recreacionales, para uso como Centros de Recuperación Institucional (C.R.I.), alcanzando una tasa de ocupación diaria promedio que superó los 150 servidores, ya sea en aislamiento preventivo como operativo y en apoyo al personal médico que se ha desempeñado en actividades relacionadas con la emergencia sanitaria. 
Imagen foto_00000006En el área educacional, las salas cuna continuaron su operación en forma extraordinaria, en horarios diurno y nocturno, otorgando el servicio legal maternal. Los jardines infantiles modificaron su forma de operar, a través de clases lectivas vía online e implementando, en forma complementaria, un servicio asistencial, tipo guardería, para apoyar al personal que cumplía funciones operativas en las Jefaturas de Defensa Nacional y en el ámbito de sanidad naval. 
El Centro de Rehabilitación Dalegría continuó con sus prestaciones implementando la modalidad de teleterapia. Los dos colegios navales continuaron atendiendo a los más de 1.800 alumnos en forma no presencial, haciendo uso de diferentes plataformas virtuales para la entrega de los contenidos educativos dispuestos por el Ministerio de Educación.
Imagen foto_00000005En las áreas Jurídica, Social y Ahorro Naval, se privilegió la comunicación digital, principalmente a través de correos electrónicos.
 Por su parte, el Departamento de Vivienda Propia, independiente a la situación sanitaria, logró materializar nuevos convenios para la adquisición de viviendas que cumplieran con los estándares y condiciones económicas ventajosas para las familias navales.
Todo lo anterior nos llena de orgullo, pero no se trató de un trabajo fácil, fue necesario reformular la entrega de las prestaciones, aprender a trabajar telemáticamente y también presencialmente, en un contexto de riesgo, para brindar las ayudas necesarias. Así, hoy nos sentimos preparados para más, sin nunca perder el norte sobre el compromiso con el bienestar de las familias navales.
Los desafíos para este año son articular las medidas de corto plazo para atender las necesidades, principalmente, del personal que se encuentra desplegado y su grupo familiar directo, impulsando con ello acciones que garanticen la salud mental y bienestar integral, minimizando así los impactos negativos de la pandemia.