Hasta el tercer o cuarto año al niño debería serle permitido dormir por una horaantes de la cena. Luego de este período se puede discontinuar el hábito, pero luego se debe retomar, ya que durante la niñez se requiere más sueño que durante la edad adulta. El niño debería ser llevado a reposar toda las tardes un par de horas y,si goza de buena salud, dormirá profundamente hasta la mañana siguiente. No hay una regla definitiva acerca de la cantidad de horas que debe permitírsele dormir, ya que algunos requerirán más que otros. La regularidad sobre las horas en que se realice el descanso es el punto principal al que se le debe prestar atención, y no se debe permitir que nada interfiera con esto, dejando al niño dormir sin molestias, hasta que despierte por sus propios medios.

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