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Los miedos en la primera infancia

Pamela Estay Molina

30/08/2016

Muy seguido podemos ver en nuestras aulas a niños/as con rechazo o temor a objetos, personas o situaciones y es que los miedos en la primera infancia son bastante comunes, en su mayoría estos miedos son “normales” y evolutivos, no es raro que los niños/as manifiesten durante sus primeros años ciertas inquietudes o temores frente a determinadas situaciones cotidianas o temas que pueden ser reales o imaginarios. La tendencia natural es que estos miedos vayan desapareciendo progresivamente a medida que el niño crece y adquiere madurez psicológica, si estos miedos persisten con el tiempo se puede hablar de miedos patológicos que derivan en trastornos y fobias.

La adquisición de los miedos puede ser de diversas formas, una es por medio de la  información negativa, que sería cuando se dan instrucciones verbales con connotación negativa o agresiva. Otra forma de adquisición es por condicionamiento, cuando un niño/a vive una situación traumática suele revivir el mismo miedo al enfrentar situaciones que tengan similitudes con aquella experiencia y por último vivir experiencias desagradables o traumáticas, como presenciar malos tratos, peleas o situaciones que le impacten emocionalmente pueden generar miedos.

Entre los 3 y los 4 años algunos niños/as experimentan uno de los miedos más comunes,  los terrores nocturnos. Niños/as se despiertan muy asustados, a veces con gritos y en ocasiones no reconocen lo que les rodea, como si no respondieran a los estímulos externos. Las causas pueden ser múltiples, como la falta de sueño, presencia de fiebre, consumo de medicamentos, tendencias hereditarias, entre otras. En estas ocasiones es importante mantener la calma y tranquilizar al niño/a, entregándole cariño y acompañándolo hasta que se vuelva a dormir. No es recomendable preguntarle acerca de lo que le pasa mientras esté bajo los efectos del terror nocturno, ya que es probable que no conteste y retarde el proceso de volver a dormir.

Frente a otros miedos que pueden manifestar niños/as es importante que como adultos los apoyemos y guiemos cuando ellos estén asustados. En primer lugar debemos actuar con tranquilidad, sin mostrar, al menos delante de él, preocupación o angustia, tampoco debemos forzar al niño/a a efectuar aquellas conductas que teme, si queremos que enfrente estas conductas o situaciones debemos aproximarlos poco a poco a éstas y siempre utilizando el juego y la imaginación y por ultimo debemos evitar siempre ridiculizar al niño por sus miedos, en especial, delante de sus pares o familiares. No es bueno reírse del niño/a o castigar.

 

Jardín Infantil y Sala Cuna Caracolito de Mar.