Departamento de Bienestar Social Valparaíso

Orientaciones para niños con necesidades especiales

Los profesionales del área de Terapia Ocupacional y Educación Diferencial del Centro de Rehabilitación Dalegría, conscientes de las dificultades que presenta el aislamiento y permanencia en el hogar de padres y cuidadores de niños con necesidades especiales, nos entrega las siguientes recomendaciones útiles para optimizar su cuidado.

Entienda su frustración por no ver a los amigos/compañeros

Para los hijos/as, los amigos son muy importantes y se supone que deben serlo. Establecer vínculos con sus compañeros es una de las tareas esenciales de desarrollo de nuestros hijos/as. Si su hijo está de mal humor por estar atrapado en casa con sus padres y hermanos, una conversación directa podría ser útil.

Reconozca que sabe lo frustrante que es para él/ella estar separado de sus amigos. Escuche lo que siente, valide esos sentimientos y luego sea directo sobre cómo pueden trabajar juntos para hacer que esta situación sea soportable.

En caso de hijos con discapacidad que no pueden verbalizar su frustración, puede acompañarlos en sus emociones desde la calma, verbalizando la emoción que siente y otorgándole opciones (no más de 2) de regulación a través de objetos o imágenes (pictogramas) que pudiesen darle mayor claridad de cómo se siente y qué necesita para sentirse mejor.

Ser más flexibles con las reglas sobre el tiempo dedicado a las redes sociales, ésto ayudará a compensar el tiempo de socialización perdido con el cierre de los establecimientos educacionales. Motívelo a ser creativo acerca de nuevas formas de interactuar socialmente con sus amigos; utilizar alguna aplicación que permita la comunicación directa puede ser beneficioso (Hangouts Meets, Zoom, video llamadas por WhatsApp, entre otros). Los padres pueden ser los mediadores a través de estas aplicaciones en caso de hijos con mayor limitación comunicacional.

Equilibrio en la rutina diaria

Se sugiere crear en conjunto, en la medida que sea posible, un cronograma realista para realizar el trabajo en períodos definidos, incorporando descansos y momentos para socializar, hacer ejercicio y entretenerse. El cronograma o rutina de las actividades diarias, puede ser escrito, apoyado con imágenes y/u objetos concretos según sea la necesidad especial del hijo. El principio clave es: primero hacer una sesión de trabajo guiado, luego darse una recompensa con algo relajante y que disfrute.

Recordar que la anticipación de las actividades a realizar, organiza y ordena de mejor manera nuestro cerebro, preparándonos cognitiva y físicamente para eso.

Para promover una salud mental adecuada, disminuyendo posibles problemas de relaciones interpersonales, se aconseja que cada integrante de la familia pueda contar con un espacio y tiempo definido para sí mismo, de forma diaria. Si no se cuenta con espacios determinados para cada uno, pueden realizar un horario de uso personal en las áreas comunes.

Los tiempos juntos, padres e hijos, también deben ser definidos y promovidos a través del juego grupal donde más que disfrutar de la competitividad, disfruten del goce de la participación. Los juegos de mesa son una excelente herramienta para promover habilidades sociales y lingüísticas en nuestros hijos, además de fortalecer vínculo padres-hijos.

En caso de hijos con situación de discapacidad, se sugiere que las actividades de estimulación sean parte de la rutina cotidiana, y no un elemento externo. De esta forma, el proceso terapéutico se hace más funcional y práctico para las familias.

A nuestros hijos/as les irá mejor durante este tiempo estresante si duermen lo suficiente, comen comidas saludables y hacen ejercicio regularmente. Mantener un horario de sueño constante, con tiempos predecibles para despertarse y acostarse, es especialmente importante para mantener un estado de ánimo positivo y su capacidad para cumplir con las expectativas académicas y terapéuticas.

En síntesis se sugeiere lo siguiente:

• Entender frustración de hijos promoviendo la expresión de sus emociones, enseñando a demostrarlas y como canalizarlas (regulación).

• Utilizar los medios tecnológicos disponibles para comunicarse con educadores, terapeutas, compañeros, amigos y/o familiares, con la finalidad de no perder el vínculo y contacto social.

• Ser mediadores en la comunicación digital entre su hijo y su compañero/amigo, promoviendo la relación social a distancia. Ser responsable en seguir rutinas predecibles y flexibles; como también procurar en hábitos saludables de alimentación, higiene y sueño. Utilice objetos concretos o pictogramas para que la rutina diaria sea más entendible para su hijo.

• Incorpore tiempos y espacios personales para cada integrante (tiempos de ocio) y en familia con el principal objetivo de disfrutar en conjunto.

• Incorpore las actividades de estimulación terapéutica dentro de la rutina cotidiana, permitiendo mayor funcionalidad de este proceso.